jarablanca

A LA MEMORIA DE MI PADRE

Padre, están doblando por ti

las campanas de tu pueblo,

y yo te siento feliz

mientras me rompo por dentro.

 

Yo sé que feliz estás

porque vuelves con tu gente,

y por volverte a encontrar

con la que quisiste siempre,

y tanto echaste de menos

desde el día de su muerte.

 

Ya salimos de la iglesia

camino del cementerio,

me va llenando de paz

tu imagen en mi recuerdo:

 

Eras como un pedacito

de los campos extremeños,

el color de sus trigales

lo llevabas en tu pelo,

y en tu mirada tenías

dos trocitos de su cielo;

las arrugas de tu cara,

los surcos de su barbecho;

y era el sudor de tu frente,

su rocío mañanero.

 

Por eso al mirar los campos,

esos campos extremeños,

siento que los quiero tanto,

siento que tanto los quiero.

 

Con mi mirar los abrazo

y con mi alma los beso,

porque es tu imagen Padre,

lo que en ellos estoy viendo.