Su cabeza se desangra
en aquel brillante piso.
Rodeado de soledad,
antes de empezar
perdió el juicio.
Mil versiones se tejen
con una madeja de varias puntas,
la verdad si saliera a la luz
la mitad no la creería,
la otra insatisfecho quedaría.
Por ahora simulan
que les importa el muerto,
pero todos sabemos
que solo quieren quedarse
con su porción de torta
sin esperar que se enfríe el cuerpo.
La guerra fría terminó,
son tiempos de agresión directa,
sin importar quien tenga la razón
los ingenuos seguimos con tesón
el devenir de los acontecimientos.
Mientras, ellos,
los que tienen el poder,
aprovechan a su antojo
este momento luctuoso
para descargar sus iras.
Al final del camino
solo habrá un vencido
el pobre Fiscal
desangrado en el piso.