Desde el fondo del alma
manejan fantasmas grises
sueños de días felices
de miradas entramadas,
escapando en la hondanada
buscando voces de amores,
que se ahuyentan por las ramas,
vociferan sueños rotos
parte de un paseo en llamas,
esperando tu regreso
ya no vuelve más tu alma,
se fugó hacia otros mundos
de dudosas esperanzas,
que ya no son parte mía
solo tu amor fue mi calma,
y no estás entre estas cimas
merodeando entre las tantas
miles de escenas felices
que cubrían de esperanza
los minutos y los días
y hasta lo eterno viajaba.