Hoy no encontraba que escribir y comencé a pensar en todo lo que hemos dialogado.
Es un poco extraña la sensación,
de saber que, alguien realmente está enamorado de uno. Es extraña.
... Me has encontrado en un *imapce*. En un momento de transcisión. Algo desequilibrado.
En un momento de desinstalación.
(Tal vez sean vagas las palabras, pero, la expresión, tal vez no).
... En un momento en que! Casi nada me vale. Nada me importa, nada me da confianza.
En un momento en que, hasta lo que, propiamente escribo,
se me hace difícil de creerlo.
Me has dicho de todo, hasta cosas que no sabía que tenía, ni que existían en mí.
... Habrás pensado en lo que me has dicho?
Eso me preguntaba.
... Hablar mucho no es un defecto. Hablar mucho sin pensar, ni saber lo que se habla,
es algo comprometedor.
En ciertas ocasiones vi que la ilución cayó, pero no la voluntad; la insistencia. Y cuando,
vi la palabra *mutuo*...
hice un gran esfuerzo:
de salir de mí, y meterme en ti.
De entrar en mí, y buscarte a ti... En eso, me *perturbé*.
En mi afan de conocerme, te has entrado, y no te encuentro. Vagas en mi consciencia (pero en que lugar?)...
... Estás, pero no te encuentro.
Y como? si no me conozco.
... Perturbado es que me encuentro, porque no te encuentro. Porque no sé en que lugar estas aquí dentro.
Cómo vas a sobrevivir sóla aquí dentro?
Ayúdame a encontrarte, conociendome por dentro, enseñandome lo que tengo dentro.