Juan el alacrán
perdió su veneno
al comerse un pan
que estaba muy bueno.
Juan el alacrán
lo perdió de nuevo
al comer del flan
un plato bien lleno.
Los días vienen y van,
meses y años enteros
y no pudo Juan
recuperar su veneno.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela