En horas tempranas
cuando la luna salga
si el potro cabalga
iré a tu ventana.
Iré a tu ventana
aunque vaya al trote
llegaré a las once
con mi vieja guitarra.
Con mi vieja guitarra
llegaré a tu balcón
y cantaré una canción
que te llegue al alma.
Que te llegue al alma
y que te enternezca,
y aunque me amanezca
cantaré sin falta.
Cantaré sin falta
para ti bella dama
en horas tempranas
cuando la luna salga.
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Mi guitarra está rabiosa
porqué una cuerda le partí
Por querer mujer hermosa
serenatearte yo a ti.
Los vecinos están molestos
no entienden mi frenesí
sólo porque vine presto
a serenatearte yo a ti.
Los búhos están enojados
y ya hasta huyen de aquí
por el canto desafinado
de mi serenata para ti.
Mi guitarra está contenta,
con cinco cuerdas suena feliz,
ya le pasó la rabieta
serenateando para ti.
Ya los vecinos criticones
me entendieron en modo sutil
y ven desde sus balcones
mi serenata para ti.
Y los búhos ululando
llegaron como dos mil
y conmigo desafinando
serenateamos para ti.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela