Esa vez
no me entregaste tu souvenir
porque pensabas en volver
a verme aparecer
por el
para un nuevo porvenir.
Esa vez
esa promesa se quedó
en mi cabeza que soñó
con volverlo a visitar
y degustar
su vodevil.
Tu souvenir
que quiero para mi
antes de morir
de aquí a la eternidad
y gozar de su redil.
Tu souvenir
hará feliz a mis mañanas venideras
y muchas primaveras
vendrán sin fin.