Araceli Vellber

Huye

 

Entre tantos dedos,

No hay un hueco, para mis besos.

Entre tanto músculo,

Alguno, no podías cedérmelo.

Entre tanto hueso, tanta vena,

No tenemos nada, que podamos compartir.

Y de esos brazos, que sólo buscan abrazos,

Que se extienden, como serpientes,

Que a todo abrazan,

Que a todo humedecen,

Huye de ellos, mientras duermen,

Déjalos solos, abrazando fantasmas y duendes.

Entre tantas letras,

Solo componemos, palabras necias.

Entre tanto silencio,

Yo mientras duermo,

Mientras duermo, huyo.

Huyo, de los abrazos largos,

De las risas, contenidas,

De las alabanzas, sin nada a cambio

Y de los besos, falsos.

Huyo, con mis dedos, en mi mano.