POR DESPECHO
Bacanal este amor que me transforma,
cuando de mi alma por tí hago tendal,
dolido ávidamente busco tu sombra,
en los días en que necesito amar.
Sueño muerto y distante en sepultura,
que tu ausencia mis premuras arrebatarán,
haciendo de mi alma estopa dura,
que a mis versos contendrá.
Y no seré amante,
no seré niño,
tampoco galante don Juan,
seré aberro del suspiro,
abyecta esquina del amar.
Harto mi cuerpo de deseos,
cebada mi alma de tanto amar,
se secan en mis carnes los huesos,
pues del alma al cuerpo es un paso que no darás.
Y seré solo entonces un puto
con sed de amores,
que se revuelca en su soledad,
ahogandome en depravados besos de dolores,
repudiando al amor que no me quiso igual.
Puto ladino y taimado,
pícaro de un verbo sagaz,
bellaca astucia maligna,
que por un cuerpo tibio transará.
Ebrio de vino y de noche,
perfumes de oscuros rincones me asaltarán,
ya puto y borracho no admito reproches,
y entrego mis amores cual virgen con sed de mar.
Muere la noche,
con hastío nace el día,
me duele lo que miro en el espejo,
y no sé si volveré a repetir la orgía.
©Luís Guillermo Legrand