No quiero decirte adiós
ni despedirme: ¡Hasta luego!
No deseo estar despierto,
hasta saber que estás lejos.
Con el paso de los días
donde no nos encontremos,
llegará esta poesía
que escribí después de vernos.
Te he querido más que a nadie,
he aguantado tus defectos,
soporté todos tus fraudes
y todos tus desasosiegos.
Sin embargo sigo amándote,
cada instante más te quiero.
He decidido hace mucho
negarte mis sentimientos.
Me hiciste un hombre frío,
rudo y poco cariñoso.
Cambiaste lo que yo fui
por amarte como loco.
Sé, que lo pasaré mal,
tu presencia me alimenta.
Voy a sentirme fatal
cuando no te sienta cerca.
Lloraré por no tenerte.
Sufriré como castigo
el no haber sabido sembrar,
este amor que ahogó tu olvido.
Prefiero que no me veas
como te quiero amor mío.
Es mejor que tú te creas
que todo acabó...
cuando te has ido.
(ermanué)