De flores y cerezas,
capricho de dios, musa entre ternura.
Tú, alma de belleza
que emanas tu dulzura,
posees belleza, juicio y hermosura.
Ángel de la puraza,
observarte me es gozo y devoción,
musa que das presteza,
verte es satisfacción.
Tú, ejemplo de pura perfección.
En tí bellezas brillan,
a tu lado virtudes son pequeñas.
Mi dulce maravilla,
del cielo eres la dueña.
Mi dulce musa y ángel, mi alma sueña.