Por envidia y arrogancia
mi nombre vilipendiaron
aquellos que sin razones
a mi nada preguntaron,
sobre aquello que problemas
dicen ellos les causaron.
Triste vida es la de aquel
que vive siempre marcado,
por el dedo acusador
del que de la envidia es aliado,
porque será en esta tierra
otro pobre desgraciado.
No es malo que te señalen
siempre que razones tengan,
aunque mucho nos tememos
que en ellas no se entretengan,
es más fácil difamar que
decir verdades o enmiendas.
He visto grandes personajes
que por la envidia encerraron,
en penales con gruesas puertas
del que las llaves tiraron,
solo por buscar esa verdad
que aún no hemos encontrado.
Quien fuera ese pajarillo
que libre revolotea
entre los campos de espigas
en la alegre primavera,
sin tener más enemigo
que aquel que dicta
la madre naturaleza;
no la envidia y la maldad
que algunos seres humanos
siempre nos dan por respuesta.
Joanmoypra