Cuerpos deseados que en amor se funden.
Labios que se acarician con locura.
Amor que se desea al minuto que llega.
Desborde de lujuria y de caricias.
El amor esperado tocando está la puerta.
Con gran premura la puerta abre y se cierra.
Las sábanas se agitan, se saltan los zapatos,
y una lluvia de besos y caricias recorren,
--presurosos-- esos cuerpos deseados.