Después de tanto regar las realidades
Aparecieron, como tiros a quemarropa
Los destellos de tus ojos
La magia de tu mirada…
Cuando las penumbras abarcaban mi ser
La luz de tu silueta que deslumbra
Apareció de repente, fugaz y fugitiva
Redentora e impredecible.
La soledad no tiene más cabida
Las quimeras y utopías renacen
La locura se conjuga con cordura
Y el sol vuelve a brillar.
Como dijo el poeta, se trata de algo
Más precioso y sutil:
Navegar a flor de piso.
Derrotar la realidad.
Despertar soñando.