Hoy esta morriña que al terruño me lleva
y me envuelve en el terruño del recuerdo
va haciendo que no sea yo mismo, que sòlo sea
el niño que se fue de allà hace mucho tiempo.
El terruño me es puñal que silencioso entra
lastimándome invisible, desde muy adentro
y en los tormentos de ilusiones placenteras
que no se cansan al crecer dentro del pecho.
Me pinta aquel pasado a intensos colores
y se vuelve insoportable cuando estoy lejos.
De allà un viento Norte silbado entre los montes
es una orquesta con paràbola de sueños.
La semilla de un tiempo
incubando ilusiones.
Perfume de flores,
cuando allà existieron.