Raúl Daniel

Antes que me canse... (Espejo 153)

 

No quieras culparme de nuestro fracaso,

yo no soy culpable...

Yo hice las cosas que hacen las mujeres,

esposas y madres...

 

En ningún momento te faltó el cariño,

y te satisfice en todas las veces

que quisiste amarme...

Concebí tus hijos y atendí la casa,

he sido intachable.

 

Nada he descuidado, conservé mis líneas

a pesar del daño que hacen los años

y los embarazos, (si tú lo supieras:

¡Aún silban los hombres que cruzo a mi paso!)

 

¡Tú eres el culpable!, ¡infiel!, ¡desgraciado!;

ves que te haces viejo y engañas tu mente

viviendo aventuras, alquilando cuerpos.

 

¿No caes en la cuenta que así te rebajas,

perdiendo la honra, la hombría, el respeto?

 

¿Sabes qué?, te invito a que te arrepientas

antes que me canse... (y ya sea tarde).