Yo soy una mujer que escribe poemas.
Una mujer que entrega el cuerpo
siempre que ama
y nunca el cuerpo, en ausencia de amor.
Soy de esas mujeres
que aún creen en cuentos de hadas
porque tiene apagadas,
debajo de su almohada
miles de historias de amor.
Y prende una vela,
siempre que algo ha muerto
dentro de ella,
y deja el cielo
dentro de su garganta,
después de perder un sueño
mientras amaba.
Soy esa mujer,
que se hace pequeña
frágil, porcelana
en tus brazos etéreos,
después de una lágrima
soy mujer que ama
y necesita en la frente
un ramo de paz
después de la batalla.
Pero también
soy espartana
llama silenciosa en bosque
profética nube grisácea.
Soy un laberinto de voces
el mar atrapado
en la tímida garganta.
Soy eso que señalas
al refugiar tu esencia
en la elipsis de la palabra.
Soy...