Duele vivir.
Duele sentir.
Duele ser.
Duele ser vulnerable.
Duele ser invisible.
Duele ser transparente.
Duele ser inocente.
Duele ser diferente.
Duele ser un ser vivo.
El trago más amargo es la alegría,
pues quien la prueba,
luego otra copa no ansía,
y da igual lo que de ahí en adelante beba,
que lo demás siempre le sabrá a lejía.
La vida me sabe a acíbar
y se me derrite en la boca
como un caramelo sin azúcar,
astringente como la quinina.
Es triste que la vida te dé un instante de alegría
por toda una vida de melancolía,
pero con todo,
lo más triste de la vida es la vida.
Nunca caminarás solo,
dice la canción,
pero aunque estés acompañado
durante buena parte del recorrido,
al final del camino siempre estarás solo,
triste y abatido.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.