Raúl Daniel

Maternidad (Espejo 154)

 

Cuando recibí la noticia entendí

que había vivido hasta aquí, esperándote;

y, aunque siempre estuviste en mí,

también eras realidad en otra parte.

 

Estás creciendo en mis entrañas y te siento

como si eso fuera dentro de mi alma,

y, aunque no te hablo ni tampoco me hablas,

nos estamos entendiendo por el pensamiento.

 

¡Carne de mi carne que te meces

en mi lago azul interno...!

Amor que todo me prometes...

Amor al que todo le prometo.

 

Llegarás a ser tierno y rosado...

y blanco... y celeste,

y me sonreirás desde tu vida nueva,

haciendo realidad esa quimera,

destino de todas las mujeres...

 

Seré tu madre... mi hijo eres.