Hoy me vuelvo a ti de pecho roto y de absurdos,
en tiempos trajinados y de tantas discordias
clamando en mis adentros: ¡Ay! tus misericordias
asonantes y gándaras, con mis plañidos zurdos.
Regreso patológico, sana con tu egipciaco
mi roto corazón que transitóse muerto,
quita deprisa el lodo que enmugrece mi huerto
hasta el destello ruin de todo mi zodiaco.
Serpea una legión de esquinas flageladas
entre el norte y mi sur de las sienes heladas,
donde lloran volúmenes unos doce absolutos.
Hoy doblo desteñido mi horizontal regreso,
siendo lo que no fuiste, pariendo un rojo beso,
¡ay! mujer lo presiento, vestiré de mis lutos!.
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John Morales Arriola.