Ven a cortar mi rosa, viajero,
que mi rosa es roja
como el fuego...
¿No has visto mi rosa entre hierros
y piedras en el patio viejo...?
Bamboleada mi rosa por el viento,
parece decir no,
pero es juego...
Ten piedad de mí...
no te detengas ante mi cobardía,
vence mi miedo...
Quiero darte mi rosa, pero el precio
es hincar mis espinas
en tus dedos...
Rojo por rojo...
dolor por fuego.