BAJO TU BALCÓN
Solo tengo cariño para amaros,
no tengo mucho más para ofreceros,
mis ojos, como locos quieren veros,
y mis labios se secan al pensaros.
Duele el alma de tanto desearos,
ya no tengo momentos placenteros,
quisiera vuestros días lisonjeros
pues los míos, sin vos no son tan claros.
El desdén me persigue hasta la aurora
y el dolor sigue intacto a medianoche;
déme vuestra merced ya sus favores.
Que va pasando el tiempo mi señora,
llevo bajo el balcón toda la noche
sufriendo ese maldito mal de amores.