Bartolo, es un ancianito
Al gimnasio siempre asiste
El cuida mucho su salud
Con lluvia o no, el persiste.
Bartolo, es muy simpático
Y muy amable también
Contagia a todos con ritmo
Cuando mueve ligero los pies.
Fijamente el me miraba
Mientras yo me ejercitaba
Sus ojitos le giraban
Por su boca babeaba.
Alarmada me he acercado
Enfermo yo le creí
Pensé que convulsionaba
Pero Bartolo me dijo así:
Querida, ya por mis años
Bien podrías mi nieta ser
Resulta que yo te miro
Y no me puedo contener
Me recordaste a mi amada
La mujer que tanto amé
Tenía tu misma papaya
Y de eso yo me enamoré
Sonrojada ante el piropo
Atónita yo me quedé
Tome cartas en este asunto
De inmediato reaccioné.
Luego con acento tierno
A Bartolo le confesé:
La papaya que usted nota
Tiene dueño, ha de saber.
No tengo dudas mi niña
No aspiro a ser dueño yo
Con mis años solo tengo
Ratitos para el humor.
Y quien no querría tener
Una papaya tan hermosa
Entre manos, boca y sien.
Para devorar tamaña cosa.
Entre risas y recuerdos
Culminamos la sesión
El gimnasio nos agota
Cada quien rumbo tomó.
Aquel piropo atrevido
Me deja importante lección
Conservar jugosa la papaya
Para mi amado CAZADOR.
***
Isis M,
Soñadora CUARTEL
9-2-2015