Hoy me llamo silencio en esta casa
aquí nadie quiere escuchar ni mirar
la lluvia caída de la luna
ni los pasos de la muerte salida del mar.
Alguien cabalga a mitad de la noche
con auras rojas rodeando las pupilas,
una daga y un bastón traído del mas allá,
pueden rayar tu alma sin hacer anuncios
pueden entregar tu cuerpo en anonimato
aquí nadie quiere algunas piezas enlazar.
Hoy me llamo silencio y estoy en casa
hay una maraña difícil de enhebrar
ni haciendo malabares desde el infinito
ni pensando que un día vamos a resucitar;
no hay cementerios que carguen difuntos
no hay lunas de sangre ni flores de algodón
solo una hebra llegada de lugares sin nombre
invade pilares construidos sin adoquín;
entre todos seré silencio que grita en blanco
aquí alguien la lluvia deberá escuchar.
© Emig Paz