Puedo decir que duermes ligera,
pues tus ojos llegan ostentar,
que creas islas discretas y escenarios muertos.
Una noche, un descanso tuyo al parecer pesa poco,
como si la habitación pudiera levitar,
como si mi boca fuera de carne,
y es el único momento que se descompone.
Puedo decir que en las noches de días siguientes,
obtienes tus lunas llenas,
en la azotea que quieras,
pero no es que quieras, solo nacen sin esperas.
Puedo decir que ahora duermes,
llevas tu crimen de cerrarme las cremalleras,
de estos labios que en noches de días siguientes,
revisan tus huellas y los tronos donde se postran tus ojos.
Humberto Velasquez
09/Febrero/2015