Luis Nunez

Ramito de Albahaca

El aroma de la albahaca rememoró viejos amigos.

Soñadores de mundos, en brindis de guitarra.

Amaneceres alegres, confiados, llenos de cariños, besos y amores.

Conciencias ardientes, al amparo de esperanzas fraternas.

Paisajes verdes, sencillos, puros y frescos donde los abrazos se multiplicaban sinceros y fuertes. Donde las miradas no se esquivan, se buscan, se ríen, se comparten llenas de ternura, de pasión. Donde la música el canto y la poesía son el pan de cada día.

 

 

Pablo Mistral