Tres latidos… suspiro
Vaya... que destino el mío
Ya casi no respiro,
empiezo a sentir frio.
¿Que está pasando?
La vida se me está escapando
Tengo el corazón roto
sangrando poco a poco
Un vacio en el alma,
mucho tiempo sin sentir la calma
No, no….Espera Dios!...
¿Podemos hablar los dos?
No puede ser, estoy tan cerca del final
Está bien… no fui leal
No pienso refutar
Solo quiero recordar
Solo dame un momento
Al que me pueda aferrar en este sufrimiento
Un momento de amor
que opaque el dolor,
que me llene de ilusión,
el último deseo de mi corazón
Pienso en mi vida,
Parece tan vacía.
Éxitos, fracasos
Todo hecho pedazos
Dinero, pobreza
Desarrollar destrezas.
Mi cuerpo no se mueve
Perdí mi fuerza, ¿qué sucede?
Dos latidos…me enfoco en mis sentidos
Todavía están, no todo está perdido
Pienso en ella y todo se dispara
Una marea de nervios que no para
Que recorre mi cuerpo
Que sentimiento tan intenso
Mis sentidos en alerta
Parecen perder su agudeza
Este es el fin en realidad
Un poco más de tiempo… ten piedad
Mi vista se empieza nublar
Y no dejo de pensar
En lo bella que es ella
Viéndola pasaba noches en vela.
Ahora bendigo los momentos,
en que la vi reír hasta quedar sin aliento;
en que la vi venir hasta mi, enamorada,
con su cara iluminada
su cuerpo, sus gestos, sus muecas
Y cada una de sus pocas pecas.
Su cara de enojo, su cara de placer
Tantos paisajes que al lado suyo no voy a ver.
Mis oídos empiezan a fallar
Y quiero oir su voz con fondo de mar
Quiero oírla decir que me ama
Oírla gritar una vez más en la cama
Que me susurre sus deseos
E imaginarlos mientras se erizan mis bellos
sus leves ronquidos cuando duerme
Que me arrulle y me pida que con ella sueñe
Oirla cantando en el baño,
Cuanto lo extraño.
Ahora mi olfato se desvanece
Pero en mi memoria aun permanece
su perfume, su aliento
El olor de tu pelo suelto
su delicioso aroma
que me embriaga sin una copa.
Mi gusto… todo esta simple
Empiezo a llorar insensible
El sabor de su piel
Que combina canela y miel
El sabor de sus besos
Benditos besos
Cada vez más ricos
Dotados de un gusto exquisito
El tacto pierde su agudeza
Frustrado y lleno de tristeza
Recuerdo cada caricia
Tocar cada parte de su cuerpo me envicia
Tocar su rostro dulcemente
Besarla lentamente
Amarla sin desmallo y tocar el cielo
Coger su mano y entrelazar los dedos
Un latido… estoy completo
No necesito más que esto
La paz, la calma
Tengo llena el alma
Ricardo Rodriguez.