Se bebió,
la copa hasta
la última
gota de vino.
Luego, vino
el rey de
bastos y con
unas hermosas
siete monedas
de oro, le dio
a su lacayo, una
espada, para
que así le pudiera
dar muerte,
a la mozuela,
por su torpeza,
de creerla virgen,
cuando no lo
era...