Como el ovalo profundo y eterno que quisiera
ver en mi muerte
y negros
y dulces
y garabateados en mi memoria con tanta fidelidad
que no me esperan pero me llaman cada día
que alientan cada poro de mi piel
al vértigo de sus destellos
Tus ojos amor
tan tuyos y tan míos
Porque tú los llevas a cada paso que vas
pero
yo los guardo cada noche entre mis sueños
Iluminame y guíame
en los cuencos de tu mirada
Dame siempre la certeza de tus faros a mi vera
No dejes jamás
de mirarme
y desdibujarme con ellos
en cada momento a tu lado
Tus ojos que conocen mi pasado
Que predicen mi futuro con milimétrica precisión
Que me vieron un día de enero
para proponerme un simple juego:
Ser parte de mi así como tan tuyos
porque más allá de ti
veo
y
añoro
Batirse conmigo en el duelo
por la posesión de tu vital amor
y de tu mirada
que más que ojos y piel y verso
son la llave a tu corazón