Como perejil aderezas,
¡un toque aquí y otro allá!,
sólo provocas certezas
y dejas el alma embrujá.
Como romero das suerte,
¡nada a tu lado sale mal!,
ya que todo lo conviertes
en algo plácido e ideal.
Como menta das alegría,
¡siempre me haces reír!,
la felicidad quizá diría
que es tu don al sonreír.
Como tomillo das coraje,
¡ay, si yo pudiera volar!,
lo haría de modo salvaje
para a tu lado siempre estar.