Ya es denoche afuera,
sopla el viento fuerte
y el frío llega a refugiarse
bajo las cobijas que cubren
mi cuerpo estático
sobre un tibio lecho
por el pensar intenso sobre ti.
Hacen pocos los momentos
que te tuve cerca,
en mis manos,
en mis labios,
en un roce
que quema muy adentro;
mas me encuentro
amándote a destellos
que se pierden violentos,
y que van a ocultarse
en lo más recóndito
de la existencia,
de donde no pueden salir,
donde te siento.
Mujer
- reza mi mente -
en este instante
estoy en nostalgia,
y basta un minuto
para darme cuenta
que mis latidos
son verdaderos,
que entre bromas y juegos
vas caminando
hacia adentro de mi ser.
Mi prima,
mi pequeña amante,
mi mujer completa,
decirte es todo
que en caricias bruscas
te poseo a poquito,
que en un corto
topecito de labios
nuestros corazones
se unen más y más;
si tu actuar consciente
lo declara todo,
y tus caricias inocentes
vuelan mi ínfimo mundo
más que una nube por el cielo,
y son esos momentos
los que me obligan
a pensar en tantas cosas
que no imagino realizar.
Cubrir con mis besos
tu figura de canela
que me atrapa,..!
mojar despacio
con mi humor brillante
tu feble suavidad
que no se rompe
al gozar de un juego tonto
disfrazado de bonita experiencia;
tantas y tantas otras
que viven con mi angustia
y vienen con mi anhelo.
Quiero decir
que todo está dicho
y así borrar designios
que pueden quedar
de nuestra relación de antaño;
familiar, afectiva,
cotidiana, nunca eterna,
embarrada ahora
de tintes amorosos
que cavan hondo en nosotros.
Vivir y vivirte espero
con paciencia desatada a vendavales,
con la tranquilidad de un loco
ansioso de vivir en corto tiempo
una vida que puede
como no... realizarse.