jarablanca

JUEGOS DE INFANCIA

De chiquitilla viví 

rodeada de muchas flores,

crecí en un campo extremeño

que tenía mil colores.

Al llegar la primavera

ante tanta maravilla,

saltaba como si fuera...

¡como si fuera una ardilla!.

 Junto con mi perra Tany

compañera de aventuras,

 corría por cerros y llanos

mostrándole su hermosura.

 

\"¡Ahí están las amapolas!

¡y también las margaritas!

haré un ramo con las dos,

¡juntas verás que bonitas!.

Mira en el río las adélfas,

de éstas mi madre me dice

que si me acerco y las huelo

¡ se me hincharán las narices!

Creo que mi madre exagera, 

pero... ¿¡y si tiene razón!?

 se me pondrán las narices

como un, pimiento, morrón.

Mejor vamos a hacer caso,

buscaremos otras flores,

¡Mira Tany los pimpájaros!

¡amarrillos como soles!.

Vamos a subir al cancho,

no tengas miedo es bajito,

ven, que yo quiero enseñarte

como son los candilitos.

¿¡Que no subes!? ¿¡ Tienes miedo!?

¡vaya una perra más rara!

Está bien ahora me bajo

y vamos a ver las jaras.

Estas son las jara Tany,

tienen una flor preciosa,

pero no las toco nunca

son un poco pegajosas.

¡La vara de San José!

¡mira que flor tan bonita!

que graciosa es como un palo

con cinco o seis campanitas.

Esta es... ¡la flor de lavanda!

¿sabes porqué la distingo?

porque huele a la colonia

que me trajo el tío Domingo.

La flor de la lechugueja,

con esta flor tan sencilla

voy a hacer una corona,

una corona amarilla.

Y como te quiero tanto

te corono como reina,

¡serás la reina del campo!.

¿Porqué me miras así

 con esos ojos tan pillos,

pareces estar pensando

que yo he perdido un tornillo.

Lo que estoy es muy contenta

por ver tantas, tantas flores,

¿no te parece que estamos

dentro de un mar de colores?.\"

 

Ahora aquel tiempo pasó.

Mi perra Tany murió,

y yo, tan sólo en mis sueños,

he vuelto a ese mar de flores

de los campos extremeños.