Yo digo que el techo más grande
está sobre nuestra cabeza
no existen estrellas
cuando se está sobre la tormenta
yo soñé adentrado en su luto
en más oscuro el cielo cerrado
y ahora llueve
y hay poder en la noche arropada
No temo al frío
igual es gélido dentro de mí
espectral abrigo de piel
El silencio se compacta
los lobos despiertan pájaros infernales
con su aullido
Cae una hoja seca
todos los siglos caen con ella
una voz entona una oración
siempre aferrada a la esperanza
otra hoja cae
¡Griten
labios cosidos semejantes a jaulas!
hagan silencio ahora
cierren puertas y ventanas sin hacer ruido
Hacemos silencio
nos movemos lentamente
el aire deja de ser
se desmoronan las paredes
se contraen las bocas ateridas por el miedo
las aves mueren de frío
las serpientes mudan
se torna acuoso el hielo
siempre hay ilusiones metidas en la cabeza
están solas y son viejas
son como la rama caída
que abrió grietas al techo