Ella me entiende y me escucha
estando allí posada
fantasmal y anónima
un chispazo de recuerdo en la retina y la sinapsis
Movimientos inertes del no tocar
y sentir en las venas el latir de sus venas
Como se quiebran las esperanzas
y el jubilo se derrama por las manos
con cualquier palabrita suya
por muy simple que esta fuera
Ella me posee y me rehúye
con el frenetismo de un animal salvaje
y los movimientos huidizos de
los animales mas violentos cuando están enamorados
Dulce estrago falaz del no percibir
y dilucidar el malestar que causa en mi vientre
Como pasan los días y horas
al malpaso de la madrugada y del aura
colgado de ella y de alguno
de sus sinsentidos
Ella reposa de día y anida de noche en mis cejas
y cada uno de sus suspiros
como un huracán de dulces besos batiéndose entre mis velas
a barlovento con sus ojos
Simpleza del real amor y de no predecir
y de no anticipar el destino de mis impulsos
Como cuando ella me dice al oído:
“Sueño contigo, amor
Y no sé bien quién está ya
Si tú y yo
Dentro de quién”