Eran potentes
el débil fui yo.
Maduras
el cara dura fui yo.
Modernas
el primitivo fui yo.
Tiernas
el brusco fui yo.
Buenas personas
el bandido era yo.
Dulces
el amargo fui yo.
(si aún no adivinó)
Y se fueron todas
lo mismo que yo.
Molestando, cabreando, enojando
con esta difícil situación.
Como la última
que era un pan de Dios.