Como un botón de rosa al alba
de rocío matutino empapado,
así es tu hermosa carita blanca
cuando tienes los ojitos cerrados.
Tienes las pestañas rubias,
tus cejitas despeinadas,
los deditos empuñados
y tu boquita apretada.
Así eres cuando duermes,
mi nenita dormilona,
te giras y te enroscas,
como muñequita de hule espuma.
Amo verte que dormitas,
eres un ángel cuando descansas;
adoro que me abraces
y te recuestes en mi espalda.
Sé que te gustaría
dormir tocando mi pecho
y sentirte muy segura,
que prefieres dormir conmigo,
que acostadita en tu cuna.
Te amo niña hermosa,
de nombre como la mujer primera,
te lo digo a ciencia cierta,
que tú eres mi vida entera.
Alberto Morales Ureña
Derechos de autor