Cuando el cuerpo sangra estando sano,
duele como mil muertes, que suceden una tras otra,
no hay fin, no hay tiempo que termine la gracia diabólica.
Cuando el cuerpo sangra, mi cuerpo sangra, estando sano.
Es sentir el vacío que comprime, que destruye mis huesos,
vacío que aquí en mi pecho está lleno de vos.
Cuando el cuerpo sangra lagrimas rojas, llora mi ángel interior.
Es como gritar en un cuerpo inmóvil, que no responde, que se ha apagado.
Cuando el cuerpo sangra mis manos tiemblan, y así no puedo ni acariciarte,
porque cada intento es un golpe a tu mejilla, por más que busque ser algodón.
Cuando el cuerpo sangra, todo sangra y me voy muriendo sin despertar.
Tan lleno de cicatrices que no las ves, soy una gran herida, que se desangra…
y este oficio de poeta ya no me agrada.
Lemos Maximiliano Daniel
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