Que extraña y sabia es la naturaleza
Pues quiso que nuestros caminos se cruzaran
Y ahí en ese instante
tus ojitos pardos me enamoraron
tomé tu mano y jamás la soltaré
Hijo amado que bendición
haberte encontrado,
solo Dios sabe cuanto te he amado.
Un hijo “especial”, que regalo
aunque algunos digan lo contrario.
Y solo espero de ti que seas muy feliz.
KoKa