Lado B
El poeta se deprime, no hay más vino,
se fueron las muchachas, no hay más droga,
el poeta se duerme en una silla, abandonado,
luego cae al piso, no se da ni cuenta,
lo encuentran en un charco de vómito y orina,
putea al que se acerca y maldice hasta acabar llorando.
El poeta escribe unos versos majestuosos
sobre cómo la poesía viene a salvar al mundo.
Con gafas oscuras saluda al auditorio,
de nuevo tiene sed, pero debe seguir autografiando
los miles de ejemplares de su último gran libro.
Por suerte alguien lo espera, otro poeta de ojos rojos,
dispuesto a despachar otras botellas cuando todo acabe.
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12 02 15