Viento_de_Levante

Jornalero

JORNALERO

 

Espíritu humilde,

manos agrietadas

por todo el esfuerzo

del cuerpo y del alma.

Albañil fraguado

a sol y argamasa,

a andamio y ladrillo

e incierto mañana.

Peón del volante

y tierra lejana

que atrás te dejaste

a los que más amas,

transportando ensueños

a Francia o a Italia

por la carretera,

de riesgo asfaltada.

Jornalero hecho

de avena y cebada

que trazas los surcos

cuando la labranza

y empuñas las hoces

curvas y afiladas

degollando espigas

para un pan que amarga.

 

Pescador de tiempos

y mar arbolada,

de vientos del norte

y olas extremadas,

de tormenta fuerte

que ruge y espanta

y con el naufragio

final te amenaza.

Prenden de tus redes,

lamentos de rabia,

por lo que se dice,

una pesca ingrata

y entre todo eso,

la desesperanza

de llevar un sueldo

rácano a la casa.

 

Jubilado del oficio,

no de la noche y el alba.

Oficinista del tedio,

en un área limitada.

Marmolista, panadero,

empleado de la banca.

Profesor en los cimientos,

del saber y la enseñanza.

Trabajador del acero,

donde se forja la espada,

o se hacen arte los sueños

al tañer de las campanas.

Mujer de pelea y empeño

y también de libro y casta.

Portadora del talento

y de la fuerza que emanas.

 

Actor, músico, poeta,

pintor de soles y agua.

Somos toda una marea

imposible de acallarla.

Es nuestra unión nuestra fuerza.

Nuestras armas, la palabra.

El corazón en los labios

y en los ojos la esperanza.

 

         Viento de Levante