Visión del cabizbajo
Un día ganaré todos los premios,
tendré que sonreír al recibirlos
y al regresar a casa no habrá nadie
que me diga qué más hacer para seguir viviendo.
Un día les diré lo que esto ha sido:
abrir ventanas, puertas, abrir ojos
y no encontrar afuera sino restos,
pedazos de ciudad entre los labios
y muertos en el vaivén de cada hueso.
Un día empezaré a perder la cuenta
de cuánto llevo aquí, de cuántos somos,
ayer creí que muchos, pues sonaban
las copas en el brindis de la fiesta,
los pasos en el baile de la vida,
las risas entre tanto espejo roto.
Pero no había nadie en tu tristeza,
pues ya te habías marchado hacia el olvido,
ni nadie que anudara las corbatas,
pues en esta oficina no hacen nudos,
tan sólo hacen reportes de fracasos
y el timbre es claramente fraudulento.
Un día, pues, será como que sobro,
como que nunca vine, como que hasta
aquellos con los que hablo no existieron,
me leen, mas no saben dónde viven,
me escuchan, mas no entienden lo que pasa,
y aplauden a rabiar, como si entonces
la vida regresara al cementerio.
Las gracias les daré y ya, cabizbajo,
me iré a esperar hasta que ese día llegue.
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13 02 15