Por dónde empezar a describirte
si tú eres todo lo infinito,
si he dejado siglos en escribirte,
si eres todo lo que he pedido.
Cómo empezar a decirte
lo que eres en mi vida
si no siento que empiece
sino que lo llevo haciendo siempre.
Si ya te conocía antes de verte
y antes de conocerte te conocía,
si siempre te he hablado aunque no me oías,
si te he perseguido en mi mente
y te he buscado escondida
y le he hablado de ti a la gente
y he preguntado dónde vivías
y hasta he llegado a quererte.
Cómo empezar a decirte
lo que llevo tanto diciéndote,
que en mi camino estuve esperándote,
que en mis ojos quería sentirte.
Que eres mujer del deseo,
que eres rosa de cristal,
que eres todo lo que he hecho
para un día llegarte a amar.
Eres el poema más bello
que Dios haya escrito,
eres el refugio y destino
donde va cada suspiro.
Eres todo el camino,
eres susurro y gritos
de tu nombre en mis sentidos,
eres camino y vivo
por recorrerlo contigo,
por agarrarte de la mano,
cuidarte el corazón herido
y estar siempre a tu lado.
Misterio es el latido
que sentimos en el alma,
eterno el recorrido
de tus dedos por mi espalda.
¿Cuándo llegará el alba
y veré más que tus ojos?
¿Cuándo me darás la llave
de tus sueños y antojos?
Mis sueños son tu ser,
desde niño te soñé;
mis ojos son por los que ves
y te miro y crece mi fe.
Lucero en mi noche negra,
fuego que en mi ser anhelo,
eres tú mi vida entera
y en mi vida mi lucero.
Mi cielo…mi cielo abierto
donde respiro mil caricias,
donde vuelo como el dueño
de un mundo de fantasía.
Te he esperado tanto tiempo
que sentirte parece un sueño
pero en el centro de tu cuerpo
ya se parte mi silencio.
Te he de dar cada secreto,
cada mirada y cada aliento,
y es que tanto te he guardado
que en cada latido me entrego.
Ya soy ciego sin tus ojos,
ya eres dueña de mi voz,
ya darte todo me parece poco,
ya no siento sin tu corazón.
Ya tu ser se me ha clavado,
ya soy tuyo, mi amor,
ya no sé cómo decirte
que nadie te querrá más que yo.