Santos Castro Checa
Besos nocturnos
¿Cómo cansarme de recorrer tus montes
si te he visto correr tras los vientos y la brisa de la tarde
tu risa fiel del sueño, entre amantes
que adoran a la noche en la ciudad de los silencios?
¿Cómo escapar a un mundo lejano que me niega su sonrisa
si voy con menudas palabras,
en un verso timorato, hasta tus piernas entreabiertas?
¿Cómo decirle, vida loca, que puedo huir de sus embates
si me ha entregado la gloria en la humedad de un dulce beso?
¿Cómo negar que hay un dios en el estigma de las sombras
si cuando caigo me levanto y son sus brazos mi sostén y mi refugio?
Entonces, decidme soledad:
¿Por qué mi piel arde con tan solo recordar febril aliento
de la hembra que abrigó mi miembro
y dejarme exhausto
embebido en sus encantos?