Lucy Ortiz

INSPIRACION Y METAFORAS

 

 

PASIÓN

Mis versos por ti se desgajan en perfume

en rumores relevantes que parecen canto

mi voz, mi mirada y mi poesía

se impregna en un cuerpo delirante

en un nido de sustancias enredadas,

se pasean por las fronteras del cielo.

 

Mis suspiros se convierten en poemas delicados,

abrigados en legajos de amor pactados,

donde confluye mi existencia, mis virtudes

en sabores de besos y extractos compasivos.

incluidos con amor en mi leyenda

Hoy te veo en mi horizonte inquisitivo

de poderes abrigando nuestros sueños

entre pétalos de la fase de luna llena

con destellos de futuros escondidos.

me detengo en la miradas de una caricia

levitándose en un vuelo decidido.

 

Lucy Ortiz

 

 

ANHELO

 

Te busco constante, en el muslo del cielo

en razones etéreas, en la atmosfera abstracta.

Me visto de anhelos, fragmento el infinito,

el silencio me dice que ya no estoy sola,

que va una tormenta prendida a mi sombra,

 

Y busco mi traje que deje perdido

recuerdo infinito que se llama olvido,

olvidar que existes es desintegrar mi alma,

es pedirle al cielo que baje a la tierra

y cambie el reglamento.

 

Que no llueva de arriba,

 y llueva de adentro, de la órbita terrestre,

que rompa las barreras de mi sentimiento,

encadene mis pasos y los lleve presos

a un calabozo que genere temblores

fugaces estrellas caiga en pedazos.

 

Y que mis amigos, mi mejor vecino

que se llama insomnio, hora trasnochada

la señora de lado que se llama lagrima

y un mundo escondido en las nubes grises,

venga a mi lado, y mis fríos pasos

ahora prisioneros

en la ingrata tormenta queden ahogados.

 

Lucy Ortiz

 

 

TU VENTANA

Desesperaba la brisa en la ventana,

la sabana celeste de tu mirado

encendió la hoguera de mi triste árbol,

que estaba casi muerto se creía quebrado,

el bálsamo fluido en tus hojas y tus ramas

curando mis heridas me convertiste de nuevo.

 

Vacié la tinta de mil colores entre mis dedos,

te invite a escribir junto a mi árbol

puse en tus manos una lagrima,

la acariciaste con alta estima y escribiste conmigo

un verso moribundo que de rodillas lloraba.

 

Se hizo la noche interminable y escribimos

versos sincronizados, tú en tu mesa yo en la mía

cual vía eterna de ilusiones vagas,

inventado islas de mundos nuevos,

en este ocaso de serranillas interminables,

tus ojos profundos también lloraron,

cerré las puertas de la renuncia

para aferrarme a tu voz callada.

Lucy Ortiz