Nabetse

Un lugar lejano

Agitado como siempre el día,

lleno de ruido y desenfreno,

un lugar que es más un botadero,

 

Caminas encontrando agilidad,

todos se mueven sin hablar ni tocar,

la desconfianza nos agita y acelera cada vez más,

es por ello que corremos sin respirar,

 

para no encontrarnos con la indiferencia de la indigencia,

para no sentir la necesidad en los ojos de los niños que hablan de algo más que un pesar,

 

nos encontramos exiliados de nuestra propia humanidad,

ya pensamos antes de ayudar

y no lo hacemos porque queremos de verdad,

 

las calles del barrio donde aprendí a jugar,

ahora muestran una isla de cemento y nada mas

que unos pocos ajenos a la realidad.