Así estoy,
como Tú,
delante de Ti,
arrodillado.
Tratando
de imitarte,
agradeciéndote
todo lo que
me entregas.
Todo lo que
está a tu alcance,
por nosotros,
los que te amamos.
Te prometo
nunca dejar
de hacerlo.
¿Quieres
que te cuente,
lo que me pasa, Señor?
Amo, como Tú
me has enseñado.
O… al menos,
lo intento.
Quisiera imitar
a ese, tu corazón,
que ha derramado
sangre por nuestra salvación.
A pesar de
lo que en el mundo pasa,
cada vez amo más
a la gente, aun a los
que no lo merecen.
Es parte de tu enseñanza.
Y trato de cumplirla.
Sé que has de sentir
satisfacción por lo
que te estoy diciendo.
Llego a comprender
la inmensidad
del amor que sientes
por nosotros.
Corazón ensangrentado…
déjame beberla, mi Señor…
Una alegría más te comunico.
Unos amig@s chilenos,
me han invitado para que
la próxima semana los visite.
No tienes idea de mi gran emoción
por esta invitación.
Hace un buen tiempo
que tenía idea de realizar
este viaje, pero la verdad,
es que económicamente
no podía hacerlo.
Estos querid@s amig@s
me invitan.
Solamente he de tener
que pagar el viaje.
Un regalo de cumpleaños, que me anticipan.
Lo demás, corre por
cuenta de ell@s.
¡Gracias Señor,
gracias amig@s!
Mi corazón, agradecido…
Un célebre escritor ruso
expresó: “Amar a Dios,
es amar la vida”
TE AMO DIOS.
Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto - 15/02/2015)