Donaciano Bueno

Un simple e-mail

Ella de mi se fue, no me lo creo.

Se fue disimulando lentamente.

Me dijo ya no ver lo que yo veo

y yo ya no sentir lo que ella siente.

 

Yo, que era la alegría en su recreo,

de sus ansias de amar pobre indigente,

sin excusas me ha enviado hoy un correo,

un simple e-mail diciéndome lo siente.

 

No responda a el mensaje, me decía,

no lo haga pues no existe remitente.

La ladrona ha robado mi alegría,

 

yo la busco desesperadamente.

No dejó donde ahora viviría,

fue incapaz de decírmelo defrente.