En una tarde de ensueño y color,
paradito enfrente de su pequeño timón,
en su veloz barquito muy contento,
ese marinerito de agua dulce sale dispuesto;
a navegar ese espacioso e infinito mar.
Muy emocionado corre de proa a popa,
cambiando ágilmente el rumbo a estribor,
para después hacerlo emocionado a babor,
sus dedos cuentan los nudos de su velocidad;
aunque solo hasta diez él sabe contar.
Hoy ese travieso viento sopla sus velas,
ondeándolas cual si fuese una linda bandera,
entre suspiros llenos de alegría y mucho candor
mueve rápido ese forzudo e impasible motor;
tripulando esa chica pero fuerte embarcación.
Con los radiantes colores del arco iris el dibujó,
un animoso rumbo en su cuaderno de navegación,
una ola con su barquita quiso traviesamente jugar,
aventurándolo mar adentro lo hizo rápido maniobrar;
coloreando esas azules aguas con su paleta de acuarelas.
Timonel…. ¡Hoy sueñas con ser Capitán!,
eleven anclas, sueltan amarras y ondeen esas velas,
todos suban a bordo que ya vamos a zarpar;
no sin antes saludar a su nuevo ¡Capitán!