Torbellino de sentimientos en cada despedida.
Mi corazón se zambulle en un mar de nostalgias.
Pienso en el regreso, seguir mis labores, enfrentar situaciones y un millar de mariposas se despiertan y revolotean en mi estómago, acompañado de un escalofrío en mi bajo vientre.
Respiro profundo y enfrento mi situación existencial.
Dejarte me duele intensamente. El mismo dolor que sientes, que bien disimulas para no ahondar mi preocupación. Te amo aún más por este gesto.
Tú, por tu lado, sufres en silencio; yo por el otro ahogo mis lamentos.
Este dolor nos une profundamente, purifica nuestro amor, lo hace más fuerte.
Resistamos que pronto cambiará nuestra suerte.