El viento suspira lentamente sobre el prado
en la mañana cuando el sol empieza a despertar
un hombre solo, triste, con la mirada perdida
con el alma y corazón rotos empieza a llorar
Su alma pide a gritos que vuelva su amada
sus ojos ya no brillan, su sonrisa se ha borrado
su corazón está roto, perdida la esperanza
su amor se ha ido, ya todo ha terminado
Viene del cementerio de enterrar a su amada
en aquella tumba helada quedó su corazón
su vida, su esperanza, su futuro e ilusión
vaga triste y derrotado, ya no le queda nada.